ROMANCES
En un primer momento se utilizó la palabra para designar a todas las
lenguas derivadas del latín y para diferenciarlas de este, que era el lenguaje
culto, en oposición a las lenguas romance que eran de origen popular. Las
lenguas romance son: castellano, francés, italiano, portugués, catalán.
Luego, en un segundo momento, se utilizó para designar a todas las obras que eran escritas en
esta lengua.
Por último, a partir del siglo XV, y es lo que a nosotrxs nos
concierne, se utilizó para denominar a un tipo de composición de origen
español.
Por lo tanto, un romance es una
composición épico-lírica destinada al canto que tienen una serie indefinida de
versos octosílabos con rima asonante en versos pares.
¿Por qué épico-líricas? Épica proviene del griego EPOS que significa
narración, relato. En estos textos se narra una historia. Además, en lo
contado, se expresa la subjetividad del narrador, sobre todo cuando se le cede
la palabra a los personajes que expresan sus sentimientos, algo típico de los
textos líricos.
CARACTERISTICAS
TÍPICAS DE LOS ROMANCES:
La gran mayoría de los romances
que hoy conocemos, a través de antologías de los mismos, cumplen con ciertos
parámetros que nos hacen reconocer que aunque se trate de textos de origen
incierto o épocas distintas, pertenecen al mismo género.
Estas características son las siguientes:
·
Selectividad:
el gusto del público determina qué fragmento repetir. No se cuenta una
historia entera con lujo de detalles, no hay desarrollo de personajes y sus
psicologías, ni tampoco se muestra gran detalle en las escenas. Únicamente se
repite lo que el pueblo desea escuchar.
EJ: En Gerineldo y la infanta
no sabemos cual es el reino en el que ocurre, ni cual es el nombre de su
rey. No se sabe cual es la edad de los muchachos, ni si uno es mayor que el
otro. No sabemos si la relación viene desde antes o es la primera vez que se
hablan. No sabemos si además de la infanta el rey tiene otra hijas menores.
Todos estos datos son intrascendentes para el desarrollo del romance, lo único
que interesa es la relación entre los amantes que es lo central en el romance.
·
Liricidad
y dramatismo: en los romances abundan las exclamaciones, reiteraciones, etc,
propio de los textos líricos. Además, los diálogos tienen gran importancia pues
son una vía posible para mostrar los
sentimientos de los protagonistas. La utilización de diálogos para la expresión
de los sentimientos es algo típico de los textos dramáticos.
·
Dinamismo:
la composición sufre de cambios que son frutos de la transmisión oral y del
pueblo que la repite hasta que se fijan en un romancero.
CARACTERISTICAS ESTILÍSTICAS DE LOS
ROMANCES:
Cuando hablamos de características
estilísticas, estamos hablando de aquellos elementos que aparecen con
frecuencia en diversos textos del mismo género, mostrando un cierto estilo que
es propio de esos textos. Es un uso particular del lenguaje que se da en estas
obras.
Algunos aspectos considerados por la estilística son el diálogo, la
descripción de escenas, la distribución y extensión de las oraciones, las
figuras de dicción y las figuras de pensamiento, el uso de los símiles o
comparaciones, la selección o predominio de unos determinados tropos, metáforas
o imágenes.
Los más utilizados en los romances son:
·
Diálogos:
pocos romances carecen de diálogos y se atienen solo a la narración. La
mayoría de ellos son una mezcla de la voz narradora y la de los personajes.
Este aporta la subjetividad de
los personajes y vivifica la acción , la vuelve más cercana al lector que se
siente más emocionado o empático al sentir las vivencias en boca de los propios
personajes y no de un “yo” externo que narra la acción.
EJ: muchos romances sirven de ejemplo para demostrar esta
característica estilística pero elegiremos dos.
-Gerineldo, Gerineldo
paje del rey más querido;
quien te tuviera esta noche
en mi jardín florecido
¡Válgame Dios, Gerineldo,
cuerpo que tienes tan lindo!
-Como soy vuestro criado,
señora, burláis conmigo
-No me burlo, Gerineldo
que de veras te lo digo
(Romance de Gerineldo y la infanta, versos
1 al 10)
-que me diste siete hijas,
y entre ellas ningún varón!
Allí habló la más chiquita,
en razones la mayor:
-No maldigáis a mi madre,
que a la guerra me iré yo;
me daréis las vuestras armas,
vuestro caballo trotón.
-Concéntrate en los pechos,
que asoman bajo el jubón.
-Yo los apretaré padre,
a la par de mi corazón.
-Tienes las manos muy blancas,
hija, no son de varón.
-Yo les quitaré los guantes,
Para que las queme el sol.
(Romance de la doncella guerrera, versos
7 al 22)
·
Descripción
fugaz y enumeradora: se utiliza esta
de un modo rápido, apenas como un detalle de lo que está ocurriendo.
Le ha cogido de la mano
y le ha entrado al camarín;
sentóle en silla de plata
con respaldo de marfil;
bañóle todo su cuerpo
con agua de toronjil;
hízole cama de rosa
cabecera de alhelí.
(Romance de la amiga de Bernal Francés, versos
23 al 30)
·
Fragmentarismo:
este se da por una de las características nombradas más arriba, la
selectividad. Al elegir qué fragmento cantar se evitan los datos preliminares y
solo se destaca la situación escogida. Este procedimiento se da a través de
tres formas, que pueden aparecer todas en el mismo romance, o aparecer una sí y
otras no.
1.
Comienzo
abrupto: Se omite la presentación de los antecedentes, de los personajes y
de la situación.
Podemos ver claramente esto en el romance de Gerineldo y la
infanta que comienza con el llamado de un tal Gerineldo, a quien no conocemos,
lo conoceremos a través del poema.
2.
Cambio de
escena abrupto: Esto ocurre cuando, de un diálogo entre personajes pasamos
a otro sin ningún aviso del narrador.
Esto se ve muy claramente mencionado en el poema ya
nombrado, en los siguientes versos.
—¿Y adónde iré, mi
señora,
que del rey no sea
visto?
—Vete por ese
jardín
cogiendo rosas y
lirios;
pesares que te
vinieren
yo los partiré contigo.
—¿Dónde vienes,
Gerineldo,
tan mustio y
descolorido?
—Vengo del jardín,
buen rey
En este diálogo podemos ver cómo Gerineldo pasa de hablar
con la infanta a hablar con rey sin ningún aviso del narrador.
3.
Final
trunco: Cuando se ha dicho todo lo interesante/emocionante suele detenerse.
Promueve la imaginación. A veces sugiere algún final pero sin dejarlo claro. Si
seguimos ejemplificando con el romance mencionado podemos ver claramente el
final trunco. No sabemos la decisión del rey ante el pedido de la infanta
Rey y señor no lo
mates,
mas dámelo por
marido.
O si lo quieres
matar,
la muerte será
conmigo.
·
Reiteraciones:
Es uno de los recursos más usuales, aparece en la mayoría de los romances y
es lo que genera la característica nombrada más arriba: la liricidad de los
romances.
Esto puede verse en romances
como Fonte Frida, Rosa fresca, Gerineldo y la infanta.
“Fonte Frida, fonte Frida, “Gerineldo,
Gerineldo”
fonte Frida y con amor.”
·
Uso del
diminutivo: Este suele utilizarse para demostrar cariño por los objetos o
personajes nombrados, casi siempre en boca de los personajes aunque también
puede ser en boca del narrador. Los diminutivos son aquellas palabras
terminadas en -ita/-ito (chiquita, chiquito) -illa/-illo (chiquilla, chiquillo)
-uela/-uelo (chicuela, chicuelo), etc.
En boca del narrador: (en el Romance de la doncella guerrera)
Allí habló la más chiquita
en razones la mayor:
En boca de los personajes (también en el Romance de la doncella
guerrera)
Campanitas de mi iglesia,
ya os oigo repicar.
·
Expresiones
sencillas: En los romances las expresiones son sencillas, no se adorna
mucho el lenguaje. Se dice lo que se quiere decir, casi sin rodeos. Igualmente,
esto no quiere decir que no se puedan encontrar recursos literarios, pero no
aparecen demasiados, o no van más allá de metáforas, comparaciones, hipérboles,
hipérbaton y alguno más.
·
Gusto por
lo suntuario: En los romances, este rasgo demuestra el gusto del pueblo por
los objetos lujosos. Las mujeres aparecen vestidas con sedas finas, telas
preciosas. Hay muchos objetos de oro y plata.